TELELANUS

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sábado, 22 de septiembre de 2007


Cuentos de Armienne
El Huequito
Armienne y Luisito, unos niños de 7 años y amiguitos de la escuela, paseaban por un bosque en el que no había lobos feroces.
De pronto, Luisito le pregunta a Armienne:
-Armienne, ¿quieres que te enseñe mi pinguita?
Armienne, que es una niña muy precoz, se sonríe y le dice:
-Ay, sí, Luisito, déjame ver tu pinguita.
Luisito se baja los pantalones y le muestra a Armienne su pinguita que está parada y más tiesa y dura que un poste de teléfonos.
Armienne se acerca, mira unos segundos la pinguita de Luisito, se decide a tocarla y, finalmente, se la acaricia un poco. Cuando termina de acariciar la pinguita, muy contenta le dice a Luisito:
-Luisito, tienes una pinguita muy bonita y... ¡qué grande! ¡qué dura! Y ¡qué caliente!
Entonces Luisito le dice a Armienne:
-Yo te enseñé mi pinguita así que tu tienes que enseñarme lo que tu tienes allí.
Armienne lo mira muy seria:
-No, Luisito, que me da pena.
Luisito le dice:
-No me hagas trampa porque ya yo te enseñé mi pinguita. Tu tienes que dejarme ver lo que tienes allí.
Armienne mira a Luisito y se ríe con una sonrisa muy pícara. Luisito le vuelve a decir:
-Vamos, Armienne. No te rías más y déjame ver, chica.
Armienne se sube la faldita, abre los muslos y se inclina hacia atrás para que Luis pueda ver. El la mira y le pregunta asombrado:
-¿Qué es eso?
-Mi bollito... ¿tu no querías verlo?
Luisito se arrodilla frente a Armienne para ver mejor, le separa más los muslos, toca el bollito de Armienne y, le dice con voz apagada:
-Es solo un huequito... y se pone de pie.
Armienne le dice muy contenta:
-Sí, Luisito, es un huequito que se llama bollito.
Luisito le dice:
-Entonces yo tengo una pinguita y tu un huequito.
-Sí. Tu una pinguita y yo un bollito.
Luisito se empieza a reir mientras repite una y otra vez:
-Tu nada más que tienes un huequito... tu nada más que tienes un huequito.
Armienne se empieza a enojar y lo mira muy seria mientras Luisito se ríe a carcajadas.
-Nada más que un huequito... un huequito... un huequito...
Entonces Armienne, realmente enojada, lo interrumpe y le grita irónica en voz alta:
-No seas tan tonto, Luisito. Tu tienes una sola pinguita pero yo con mi bollito puedo tener todas las pinguitas que quiera.
FIN

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