Un hombre y su siempre quejicosa mujer fueron de vacaciones a Jerusalén. Mientras estaban allí, la esposa falleció. El empleado de la funeraria le dijo al marido:
"Vd.. puede embarcarla de regreso a USA por 5000 dólares o la puede enterrar aquí, en Tierra Santa, por 150 dólares."
El hombre lo pensó y le dijo que simplemente la llevaría de vuelta a casa.
El empleado preguntó:
"¿Por qué gastar 5000 dólares para llevar a su esposa a casa, cuando sería maravilloso ser sepultada aquí y sólo gastaría 150 dólares?"
El hombre dijo:
- "Hace mucho tiempo un hombre murió aquí, fue sepultado aquí, y tres días más tarde resucitó de entre los muertos. Simplemente, ¡no puedo arriesgarme!"
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